top of page

La alegría del encuentro.


Por: Sor Lisber Zuluaga.

Corrección de Estilo: Laura María Marín

 

Con toda la alegría, las exalumnas de la Normal de Fátima se reunieron el sábado 1 de diciembre, para celebrar las bodas de oro de la Promoción 1968 “Cincuenta años que se llevan en el alma”, como dice Teresita Fontalvo, exalumna de aquella época.

Sor Ligia Bernal, participó de la Ceremonia y con gustó relató a “En Sintonía” un poco de lo que allí aconteció.

En la Normal de Fátima, se celebra cada año, por el mes de noviembre, la fiesta de las egresadas, en donde asisten los grupos de los quinquenios, es decir, 5, 10, 15, 20, 25….60 y 65 años de egresadas de su institución, un número aproximado de 170 participantes, apoyaron con su presencia esta celebración.

El consejo de exalumnas FMA, prepara un homenaje, pero en esta ocasión, las homenajeadas de los 50 años, planearon su fiesta.

Para recordar aquellos tiempos, llevaron para presidir la celebración de la eucaristía, al capellán que las acompañó en el colegio para esa época, el Padre Javier Medina, que a pesar de su edad, aun se muestra cariñoso y activo en el servicio. A las 10:00 de la mañana comenzó esta celebración con fervor y alegría.

Luego todos se dirigieron al patio salón, donde se vivió el típico ambiente salesiano: teatro, música, regalos, ¡fiesta!

Se contó con la presencia del grupo de la tuna del Colegio Sagrado Corazón de Barranquilla, una agrupación formada por padres de familia, la cual lleva muchos años cantando y tocando música para el colegio y la comunidad. Más tarde, compartieron el almuerzo, para el cual, cada uno de los participantes dio una cuota.

Después de este compartir, el grupo de las bodas de oro, hizo la presentación del regalo, dos millones de pesos como donación para la restauración del vitral central de la Capilla y otra promoción donó dos millones setecientos, para la misma intención, además regalaron un trampolín “brinca-brinca” para la recreación de los niños de pre-escolar, ya que cada año se hace un regalo al colegio, como es costumbre.

Lo más importante de esta reunión, relata sor Ligia, no son las actividades sino el clima, cada uno siente que su normal forma parte de su ser, porque proyectan en sus profesiones y en sus ambientes el amor a María Auxiliadora, el sistema preventivo, la comprensión, la escucha. Se vivió un ambiente armónico y familia. Año tras año convocan y motivan el regreso de las exalumnas a su querida Normal.

173 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page