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El último día de clase: una oportunidad para compartir y agradecer.

Actualizado: 22 nov 2018

Institución Educativa Santa Teresa.



Por: Laura María Marín Escudero

 

El pasado 19 de noviembre, la Institución Educativa Santa Teresa, con grandes sorpresas para sus alumnos. Sor Margarita Morales, relató la experiencia para “En Sintonía”.

En la mañana, los alumnos del bachillerato celebraron la Eucaristía presidida por el Padre Arlex Arias

Al terminar, los estudiantes se dirigieron a sus aulas de clase acompañados por su director de grupo, para preparar las actividades que allí se realizarían, el distintivo grupal, coronillas, gorros de navidad, entre otros. Como expresión de solidaridad, compartieron una, que para algunos fueron pasteles y gaseosa y para otros buñuelos, natilla y hojuelas, haciendo alusión a las festividades navideñas que están pronto por venir, también se cantaron villancicos, se evocaron los momentos más graciosos del año, anécdotas y otras experiencias significativas de las cuales hoy los alumnos y los maestros se sienten agradecidos.

En la jornada de la tarde, hubo muchas más sorpresas para los más “chiquis”: La Eucaristía dio inicio a la fiesta, los cantos estuvieron entonados por el grupo del coro de la institución, que al finalizar la Misa, alegraron a los estudiantes, hermanas y maestros con algunos villancicos tradicionales.

Más adelante, un representante de cada grupo agradeció por un valor significativo para este año: Solidaridad, amor, paciencia, compasión, alegría, responsabilidad, compromiso, respeto, honestidad. Los profesores impresionaron con la obra de teatro titulada “el regalo de Navidad”. La profesora Margarita María Marín, nos contó una pequeña reseña de la obra: “Se trataba de un señor que elaboraba muñecos para las navidades y llevaba ya muchas temporadas sin poder venderlos, porque ya eran viejos para la época. Una señora de un orfanato, encantada con sus muñecos, los quería comprar, pero se percató que eran demasiado costosos y algunos no estaban en óptimas condiciones y, por eso necesitaban ser deben ser reparados. Al darse cuenta de que son para el orfanato, el fabricante de los muñecos decide hacer la obra de caridad para hacer felices a estos niños en navidad, pero no cuenta con los recursos para reparar aquellos que están rotos. Lo que nadie sabe es que estos muñecos cobran vida en las noches, y al darse cuenta de que serían llevados se ponen muy felices… Cuando todos dormían sucedió un hermoso milagro, todos los muñecos parecían nuevos, funcionaban perfecto, y estaban reparados. Nadie supo qué sucedió, y todos los juguetes fueron regalados a los niños del orfanato todos, una navidad hermosa tuvieron los niños para esa festividad.”


Terminada esta obra, los niños se dirigieron a sus salones y allí en compañía de sus directores, hicieron el compartir: buñuelos, natilla y otros pasabocas; se hicieron cantos y bailes y así finalizó la jornada de acción de gracias en la Institución.

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