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FAMILIA SALESIANA. SUEÑO, RIQUEZA, DESAFÍO. CINAB MAYO 3 al 5 de 2019

Actualizado: 20 may 2019



Por: Sara Valencia Giraldo, FMA.

 

Las ocho inspectorías que conforman la conferencia interinspectorial de las naciones Bolivarianas (CINAB), compartieron el encuentro internacional de Familia Salesiana. Las delegaciones de cada país: Perú, Ecuador, Venezuela, Bolivia y Colombia, estuvieron integradas por las inspectoras, las delegadas de familia salesiana, salesianos cooperadores, ADMA, exalumnas de las FMA y laicos de otros grupos. Un nutrido grupo de alrededor de 90 personas compartieron tres jornadas de encuentro en la Casa de encuentros María Auxiliadora de Copacabana, Antioquia, desde el 3 hasta el 5 de mayo. Del Centro del Instituto los acompañaron: Sor María Luisa Miranda, Consejera General, delegada para la Familia Salesiana, Sor Leslye Sándigo, delegada para SSCC y Sor Gabriela Patiño, delegada para las Exalumnas FMA.


Nuestra Inspectoría fue la anfitriona de este evento de familia y sor Marleny, como presidente de la CINAB, estuvo atenta a cada detalle para organizar la logística junto con un grupo de hermanas, motivar y acoger a cada delegación.


Sueño. Durante la primera jornada, el grupo se soñó como Familia Salesiana, teniendo a Jesús como centro y fuente de unidad en medio de la variedad de dones. Para ello, se propusieron redescubrir su valor, para abrazar al mundo herido y llenarlo de posibilidades, en la misión compartida con y para los jóvenes. En este día se acercaron a la palabra, a través de la Lectio Divina, y a la carta de identidad carismática de la familia Salesiana.



Riqueza. La segunda jornada hizo que los participantes agudizaran su mirada apreciativa de cada uno de los grupos de la familia salesiana. El carisma salesiano nació como familia; desde sus orígenes, la riqueza ha venido creciendo como un gran árbol que extiende sus ramas y ha dado frutos de santidad. El Espíritu va modelando el carisma salesiano hacia algo inédito y nos llama a formar parte de él. La familia salesiana no está terminada. Ahora tenemos el germen. Es un proyecto en construcción. ¿Qué color vamos a poner hoy? ¿Qué queremos entregar a las generaciones futuras?




Desafío. En la última jornada del encuentro se reflexionó sobre el perfil de la Delegada inspectorial para la Familia Salesiana a partir del icono bíblico del vino nuevo en odres nuevos. Hoy está faltando el vino nuevo en la sociedad, en la Iglesia, en la familia. También la Familia Salesiana tiene un vino que está bebiendo: el envejecimiento acelerado, la ausencia de SDB y FMA. Pero con esperanza estamos bebiendo el vino nuevo de una iglesia en salida, para los pobres, cercana, hacia las periferias, que no se queda callada. En este sentido, el delegado es una persona en continua conversión. Hombres y mujeres de Dios, con un fuerte sentido de iglesia en salida, enamorados de Dios identificados con su misión y vocación salesiana. No hace falta que la delegada sea una salesiana cooperadora, sino que sea una FMA al lado de ellos.


Al tercer día, los participantes del encuentro salieron transformados por esta experiencia. Se podría decir que la luz de la Pascua iluminó la misión carismática de la Familia Salesiana de la CINAB para darle un nuevo impulso en el corazón de la contemporaneidad.

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