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Todo comenzó como una intuición

Actualizado: 30 ene 2019



Por: Laura María Marín Escudero

 

El 31 de enero el boletín En Sintonía cumplió 43 años de creación, siendo así el instrumento que nos ha permitido mantener viva la memoria de los acontecimientos más importantes de nuestra comunidad inspectorial y narrar las historias más significativas de nuestras acciones en Colombia.

Sor Ligia Bernal y sor Paula Quintero, quienes fueron las precursoras de esta iniciativa, nos cuentan cómo fueron los primeros boletines y la manera como éste se ha venido convirtiendo en una herramienta histórica que recopila la memoria de nuestra gestión.


Un medio de comunicación para preservar la memoria histórica


“El boletín En Sintonía nació en 1976, cuatro años después del comienzo de la Inspectoría Santa María Mazzarello en Medellín, la idea de la creación del boletín se dio en una reunión de catequistas (hermanas), ellas eran las encargadas de los diferentes ámbitos.


En este encuentro se estaba organizando lo que era en ese entonces, el Equipo Inspectorial, con las nuevas orientaciones del Capítulo General de 1975, esta orientación para la pastoral, traía tres coordinadoras: la coordinadora de catequesis, la coordinadora de pedagogía y la coordinadora educativa. En esta reunión se hizo un trabajo de reflexión del ejercicio de la catequesis, y en medio de la asamblea, surgió la inquietud acerca de la manera de comunicar el trabajo de las casas, las necesidades que se tenían, y en medio del diálogo se habló de la posibilidad de un boletín.” Indica Sor Ligia Bernal.

Sor Ligia, complementa diciendo que “el objetivo de este boletín, era informativo, pero que, a su vez, alimentaría la comunión, la unión, la participación y el compartir. En el boletín se quería comunicar todas las actividades que definían los ámbitos y sobre todo el cómo se estaban llevando a cabo las orientaciones del Capítulo General de 1975, la pregunta entonces era ¿Dónde estaba quedando consignado todo aquello que hacíamos? No había evidencia de la labor realizada”.


Un nombre sonoro y comunicativo


El nombre del boletín se dio luego de un debate. Se hizo el lanzamiento de propuestas por varias hermanas: comunicador, en memoria y otros tantos más nombres estuvieron sobre elección y finalmente En Sintonía fue el nombre elegido, el cual hasta el sol de hoy se encuentra vigente. Una vez decidido el nombre, se comenzó a solicitar la información por cartas y llamadas telefónicas. Para la diagramación del boletín para ese entonces se contaba con una máquina de escribir eléctrica IBM, “lo último en tecnología” nos dice sor Ligia Bernal; para realizar las portadas se decidían los colores y luego se enviaban a litografía, la numeración por edición y año eran a mano.


Sor Paula nos brinda otra narrativa de la experiencia de la elección del nombre: “Cuando se formó la Inspectoría, en una de las primeras reuniones que hubo, se vio la necesidad de seguir comunicando y mostrar los sucesos de la Provincia y allí, dar a conocer la conformación de los equipos, los consejos, las casas, la conformación de los grupos marianos, los grupos deportivos, el teleclub, el cineclub, todo lo que quizás es conocido hoy como el Equipo Inspectorial. En dicha reunión, como se mencionó anteriormente, se habló de la creación de un boletín informativo y se solicitó dar propuestas de nombres, y así nació EnSintonía, un nombre bonito, de una sola palabra, sonoro, comunicativo. En Sintonía es sinónimo de escuchar algo. Cuando se dio la Asamblea Inspectorial, las hermanas mostraron su satisfacción y gozo con aplausos y felicitaciones al boletín y su nombre.


Crear lazos de unión: la promesa de valor de la marca del Boletín


El logo de EnSintonía era un circulo, un dibujo hecho a mano que representaba “EL COMPARTIR”, “PONER EN COMÚN” “CREAR LAZOS DE UNIÓN”.

"Las encargadas de diagramar, editar y escribir el Boletín inicialmente éramos sor Paula Elena Quintero y yo: estábamos pendientes de todo lo que sucedía en las casas, con la desventaja de que en esa época era necesario escribir una carta, enviarla por correspondencia y esperar para recibir los informes, con la lentitud que supone un trabajo sistemático”, indica Sor Ligia; por esta misma razón, en el primer En Sintonía apareció el Consejo Inspectorial de ese entonce. Sor Dolores Acosta, inspectora en ese año, quien estaba de acuerdo con todo lo que le se proponía, “fue muy abierta a nuestras sugerencias y planeaciones, animándonos a seguir”. La editorial, era escrita por el equipo de pastoral, los desarrollos de las actividades se desenvolvían en las tres coordinaciones mencionadas anteriormente: Coordinación de pedagogía y legal, dirigido por Sor Ligia Bernal, coordinación educativa, dirigido por Sor Paula Quintero, coordinación catequística, dirigido por sor Julia Arciniegas.


En sintonía evolucionó en contenidos, desarrollos gráficos e imagen


Este equipo precursor además caminaba junto a otros ámbitos igual de importantes: los medios de comunicación social, del cual se encargó sor Inocencia Riveros, alimentando el En Sintonía con un especial llamado “cineclub”, el cual creó para las alumnas de la Inspectoría, en donde iban a ver películas de vanguardia en teatros como el “Teatro Junín” o el “Teatro de Caracas” y luego se reunían para hacer el compartir y la socialización de la misma.

Así se fueron consignando los primeros En Sintonía, más adelante se comenzó a editar el Boletín aportando fotografías en blanco y negro, dando evidencia de las vivencias de las casas, y los ámbitos empezaron a reconocerse por un logo.

Sor Ligia, cabeza y testimonio de En Sintonía por 5 años, y resalta que: en la reunión del consejo inspectorial de marzo de 1976, está escrito en el acta, que, “En Sintonía fue recibido con alegría por todas las comunidades”.


La mirada de Sor Paula en la evolución de un medio de comunicación que da cuenta de nuestra historia


Como una de las creadoras del boletín En Sintonía, Sor Paula jugó un papel muy importante dando así otra mirada complementaria a la narración de este relato conmemorativo, al respecto ella indica:

“Cuando empezó esta Provincia, veníamos de donde ya había cosas muy valiosas y ya estaba en marcha el conocimiento de la Comunicación, este era un tema inquietante, antes de la división de la Inspectoría se publicaba la revista Mensajes. Esta revista hablaba de toda la Inspectoría y contaba con hermosas fotos de las aspirantes y novicias; era fascinante poderse ver en estas fotos.

El proceso fue un tanto complicado, la elección de la portada, la recolección de información a las diferentes casas, alimentábamos el Boletín contando lo mejor que pasaba en las casas, <<qué no fuera una revista de noticias viejas>> que llamara la atención, lo que contaran ya, salía ya. Años más adelante, el Boletín comenzó a incluir fotos que acompañaron las historias, se hacía constantemente la editorial, y además de la vida inspectorial, sacábamos uno o dos artículos de la realidad social y acontecimientos importantes tanto a nivel cultural como social en nuestro país, nuestra región o el mundo. En ese entonces, En Sintonía nos mantenía actualizadas, a algunas hermanas les gustaba y era acogido, para otras era perder el sentido.


Hasta llegar al boletín actual


Después este primer grupo, fueron llegando más hermanas al equipo de redacción de En Sintonía con nuevos enfoques: sor Julia Arciniegas, luego sor Gladys Díaz, quien dio su toque a En Sintonía, a partir de su preparación académica, quien a la par creó la revista Vamos, años después sor Fanny Ramírez, y por último sor Sara Valencia, quien actualmente está a cargo del Boletín, evidenciando nuevas propuestas innovadoras y creciendo con las exigencias del contexto y la globalización.

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