Por: Sor Lisber Arnoris Zuluaga Santa.
Con alegría se celebraron las fiestas carnestolendas en la Institución Educativa Escuela Normal Superior Nuestra Señora de Fátima de Sabanagrande, con un proyecto que se llama “Hacer del Carnaval una pedagogía”.
Desde preescolar hasta el ciclo de formación, se llevó adelante una programación que inició con la gran toma el viernes 22 de Febrero con el nombre: “Un encuentro con la vida y los valores”, el lunes 25 fue “Un encuentro con la historia del carnaval, como oportunidad para aprender” con la lectura del bando, y algo muy hermoso: salir a las diferentes instituciones educativas del Municipio: El Instituto de San Francisco de Cartuchelo, la Escuela Simón Bolívar, la Escuela Policarpa, el Colegio de San Juan Bosco; donde las estudiantes del Programa de Formación, explicaron a los niños y a los jóvenes lo que significa el Carnaval, cuáles son sus personajes característicos, por qué celebrar un Carnaval sano, donde prime el cuidado del medio ambiente, donde se rescaten los valores y todo lo que implica un carnaval bien vivido como estudiantes y cómo ciudadanos. El martes 26 de febrero se tituló: “Un encuentro con el arte y la creatividad” con el show de talentos. El miércoles 27 de febrero fue “Un encuentro con la literatura entre lo oral y lo intangible” con el show y coronación de la Reina central y un concurso de letanías. El jueves 28 de febrero se llamó: “Un encuentro del carnaval y la conservación del medio ambiente” con una programación especial que incluía los salones burreros como un rescate de las casetas y los espacios del compartir sanamente.
Otra iniciativa muy valiosa fue la edición de 1.200 cartillas para repartir en todo el Municipio, con el fin de promover en todos unos días de festividades vividos con responsabilidad y sana alegría.
Como se imaginarán, fue una semana de derroche artístico, un ambiente en donde las niñas y los profesores trabajaron en forma articulada el proyecto e hicieron de estas Fiestas una oportunidad de crecimiento para todos, en el que se logró compartir la alegría típicamente salesiana a través de una de las actividades típicas del contexto como es el Carnaval.