Nació en Medellín (Antioquia) el 16 de noviembre de 1934
Hija de Leonidas Mejía y Gabriela Vallejo. Profesó el 05 de agosto 1958 en Acevedo Medellín. Murió en Medellín el 04 de marzo de 2019, a las 6:45 am.
Nace en un hogar formado por don Leonidas, doña Gabriela y ocho hijos, entre los cuales, Sor Marta Elena ocupaba el quinto lugar. En este hogar, escuela de acendradas virtudes, lugar sagrado donde el amor de Dios y la presencia materna de María eran el pan que nutría los espíritus.
Realizó estudios primarios en algunos colegios de Medellín. Sor María Isaza me ayudó a descubrir la riqueza de la vocación de Hija de María Auxiliadora hasta que, tomé la decisión de ser Salesiana. No fue fácil explicar a mis padres esta radical opción.
Ingresó al Aspirantado y apenas transcurrido un mes y medio, fue enviada a Turín (Italia) para continuar allí su formación. Después de cuatro años su salud se debilitó seriamente no quedando otra opción que regresar a Colombia. Aquí recibió la adecuada atención médica y pudo continuar sin dificultad su proceso formativo.
Una vez profesa realizó su misión como maestra, durante 23 años, en varios colegios. Además se desempeñó como animadora en las Comunidades de Andes y el Liceo María Auxiliadora de Medellín.
Unos años más tarde, ya profesa obtuvo, de la Universidad Pontificia Bolivariana, el título de Licenciada en Ciencias Sociales y más adelante, la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, le otorga el título de Licenciada en Comunicación Social y periodismo escrito.
En el año 1972 fundó el Cine-Club Salesiano, para las adolescentes y niñas, que además dirigió durante 8 años consecutivos, con excelentes resultados. Durante 15 años (1991-2006) se desempeñó como Directora responsable de la Revista Primavera-Mundo Joven. Misión que realizó con altura, responsabilidad, meticuloso cuidado en la redacción y calidad de las publicaciones, como también en la presentación de la revista para que fuera juvenil, atractiva e interesante, de tal manera que cumpliera el objetivo de ser una publicación sana, instructiva y sobe todo formativa para los jóvenes.
De Sor Marta Elena quedan tantos recuerdos hermosos. Las Hermanas que convivieron con ella destacan su naturaleza bondadosa, siempre sonriente, calmada, sencilla, sin ostentación, piadosa, con inteligencia clara. Resaltan su gran responsabilidad, amor al trabajo, especialmente delicada y feliz cuando trabajaba con los jóvenes. Admiran su gran capacidad de relación y vocación de servicio, todas nos sentíamos muy bien a su lado. Muy respetuosa y delicada en el trato y en todos sus modales. Agradecida y noble.
Por su salud ya débil y necesitada de cuidados especiales, es enviada en el año 2013 a la Casa Taller, donde fue acogida con mucho cariño y alegría y el deseo de brindarle toda la ayuda necesaria para una mejor calidad de vida.
La Inspectora:
Sor Marleny Patiño Osorio